Las plantas para estanques suelen formar parte indivisible del mismo. Existe una gran cantidad de especies con características de crecimiento muy particulares, haciéndolas ideales, según su elección, para ocupar lugares estratégicos tanto desde su punto de vista estético como de interacción simbiótica con el estanque.
Cuando el estanque está construido sobre el propio terreno sin elementos externos, la vegetación se ‘asienta’ sobre el propio lecho u orilla con gran facilidad. Pero cuando su construcción está realizada sobre lámina, cubeta u otros materiales, en el que se carece de la tierra originaria, las plantas deben de ser colocadas con su correspondiente sustrato.
En el mercado, diferentes empresas fabricantes de substrato, incorporan en su catálogo bajo la marca genérica ‘sustratos especiales para plantas de estanques’ productos especialmente diseñado para este amplio grupo de plantas.
Suelen ser sustratos con un alto contenido de arcilla y arena de cuarzo, una mezcla especial para plantar en contenedores especiales y fondos de estanques. La arcilla facilita una liberación lenta de nutrientes y con ello reduce la proliferación de algas. Y la arena de cuarzo, le confiere al sustrato el peso necesario para mantenerse en el fondo sin enturbiar las aguas.
A ellos también se le incorporan el adecuado contenido de nutrientes, así como se cuida su valor de pH. De esta forma se goza de un sustrato adaptado meticulosamente a las necesidades de estas plantas de estanque, así como evitar el que se altere negativamente las condiciones del agua para la vida sana de los peces.