Dentro del género Glyceria, uno de los más populares es la Glyceria maxima variegata con rayas longitudinales en sus hojas de color amarillo. Pertenece a la familia de las gramíneas y su principal destino ornamental es como planta acuática de rivera o margen.
Su crecimiento es muy parecida a la de los juncos de hojas entre 50 a 70 centímetros de largo y una altura que se sitúa alrededor del metro de altura. La Glyceria maxima variegata, fuera del mundo ornamental, crece cerca de las orillas de lagos y pantanos o en prados encharcados.
Su floración en forma de espigas carece de valor ornamental y comienza a partir del mes de junio. Vegeta perfectamente con una temperatura templada y prefiere una exposición muy soleada.
El terreno adecuado debe de ser turboso y con algo de arcilla. Requiere humedad permanente, sobre todo en las épocas más cálidas del año.
Con el abonado de mantenimiento que se aplique al conjunto del jardín vegetará perfectamente, aunque si es muy nitrogenado estimulará su desarrollo foliar y el reverdecimiento de sus hojas.
La Glyceria maxima variegata se multiplica fácilmente mediante división de mata, aprovechando sus propiedades rizomatosas, durante los meses primaverales.